Krishna, Dios, la Persona Suprema dice:

Sólo mediante el servicio devocional, y sólo así, puedo ser conocido como soy. Y el ser que a través de tal devoción llega a ser plenamente consciente de Mi Persona, puede entonces entrar en Mi reino absoluto.

Llena siempre tu mente de Mí y conviértete en un devoto completo de Mí, dedica constantemente tu adoración a Mí y simplemente entrégate a Mí. Esta es la única manera de entrar en mi reino. Te revelo aquí el secreto del conocimiento, pues eres Mi amigo, infinitamente querido.

A los que siempre Me sirven con amor y devoción, les doy la inteligencia con la que pueden venir a Mí.

De todos los trascendentales, el que, con total fe, permanece siempre en Mí y me adora sirviéndome con amor, es el más grande y el más íntimamente ligado a Mí.

Después de muchos renacimientos, cuando sabe que Yo soy todo lo que es, la causa de todas las causas, el hombre de verdadero conocimiento se entrega a Mí. Raro es un alma tan grande.

Porque Me conoce como el beneficiario final de todos los sacrificios y austeridades, el Señor Supremo de todos los planetas y seres celestiales, el Amigo y Benefactor de todos los seres, el hombre plenamente consciente de Mí encuentra la cesación de los sufrimientos materiales.

Según qué atributo de la naturaleza material; virtud, pasión, ignorancia, marca su existencia, el ser desarrolla una fe particular. Se dice que es de tal o cual fe, según se bañe en una u otra.

El Señor nos habla a todos. Quien siga este camino puro del Señor volverá a Dios en una vida.

No hay nadie, sea cual sea su condición, que no posea alguna forma de fe. Pero esta fe se vuelve virtuosa, apasionada o ignorante según la naturaleza adquirida, en contacto con los atributos y modos de influencia de la naturaleza material, por el ser humano al que anima.

La fe surge siempre de los actos realizados bajo el signo de la virtud. Ya sea que la fe se deposite en un ser celestial, en un dios ficticio o en alguna creación mental, es esta fe la que, en general, cuando se ha establecido, engendra actos de virtud. Sepamos, sin embargo, que ningún trabajo realizado en la existencia condicionada, dentro de la naturaleza material, es totalmente puro. Ninguna obra puede pertenecer sólo a la virtud; debe estar coloreada por otros atributos de la naturaleza material.