La Ciencia Espiritual Pura
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El cuerpo de la materia es una amalgama de elementos de la tierra material.

Los que vivimos en la superficie del globo somos todos seres individuales distintos de Dios, que adoptan diferentes formas, algunas en movimiento, otras quietas. Todos venimos a la existencia, vivimos durante un tiempo y luego desaparecemos cuando el cuerpo vuelve a la tierra. No somos más que diversas transformaciones de la tierra. En efecto, los distintos cuerpos, con sus respectivas capacidades, no son más que transformaciones de la tierra. Existen sólo de nombre, pues todo viene de la tierra y todo vuelve a ella cuando se destruye. En otras palabras, somos polvo y volveremos al polvo. Todo el mundo puede considerar este punto.

La manifestación cósmica es una mezcla de materia y espíritu (almas), pero la causa es el Ser Supremo, el Señor Soberano. Toda la manifestación cósmica no es más que una transformación de la energía de Dios, la Persona Suprema. Sin embargo, bajo el efecto de la ilusión, nadie puede comprender que Dios no es diferente del universo material, aunque esto es un hecho: este universo material es sólo una transformación de sus diversas energías. Tanto la materia como el espíritu participan del Ser Supremo. La energía material procede de Krishna, Dios, pero está separada de Él. Por otro lado, la energía espiritual, que también le pertenece, no está separada de Él. Cuando la energía material se utiliza al servicio del Ser Espiritual Supremo, se transforma en energía espiritual, al igual que una barra de hierro se convierte en fuego cuando se deja en contacto con ella.

Cuando mediante el estudio profundo comprendemos que Dios, la Persona Suprema, es la causa de todas las causas, entonces nuestro conocimiento es perfecto. Comprender sólo las transformaciones de las diferentes energías es sólo un conocimiento parcial; debemos llegar a conocer la causa última. No hay nada en el mundo fenomenal que no sea producido por la energía Suprema del Señor Soberano. Las fragancias de la tierra son todos los diferentes aromas creados y utilizados para diferentes propósitos, pero la causa original es la tierra y sólo la tierra. Del mismo modo, una vasija de tierra puede servir para transportar agua durante algún tiempo, pero al final, la vasija es sólo tierra, por lo que no hay diferencia entre la vasija y su constituyente original, la tierra. Es sólo una transformación de esa energía. Desde un punto de vista absoluto, la causa original o el constituyente primordial es Dios, la Persona Suprema, y las diversas manifestaciones existentes son sólo los subproductos.

Si uno estudia la tierra, conocerá naturalmente sus subproductos. Por lo tanto, basta con conocer la causa original, Krishna, Dios, la causa de todas las causas, para conocer todas las demás cosas, aunque aparezcan en diversas formas. Al captar la causa original de las diversas manifestaciones, se puede conocer todo. Si comprendemos quién es Dios, la causa original de todo lo que es, no necesitamos estudiar por separado las diversas manifestaciones subsidiarias de esta sustancia primaria. Por lo tanto, debemos concentrar nuestros esfuerzos de comprensión en la Verdad Suprema, Krishna, la Persona Suprema, Vasudeva. El Nombre Vasudeva

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