Palabras de sabiduria, la sabiduria de Dios
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Comprendamos que si el ser vivo altera su conciencia cultivando las características de los animales, por ejemplo, tendrá que vivir en un cuerpo animal en su próxima existencia y disfrutar a la manera de ese animal.

En verdad, la conciencia es pura ya que el alma de la que procede es siempre pura, pero se altera según su encuentro con las tres gunas, los tres atributos y modos de influencia de la naturaleza material; virtud, pasión e ignorancia. La verdadera conciencia, sin embargo, no es otra que la conciencia de Krishna. Por lo tanto, la vida del ser humano establecido en la conciencia de Krishna, Dios, la Persona Suprema, es pura.

Pero, de nuevo, dejemos que esta conciencia sea alterada por un concepto material, y el ser humano obtendrá, en su vida futura, un cuerpo en armonía con este concepto. Así que no necesariamente renacerá de nuevo en un cuerpo humano, sino quizás en el de un perro, un gato, un cerdo, o un ser celestial, o una de las 8.400.000 variedades de cuerpos materiales.

El ser espiritual encarnado toma prestados dentro de la naturaleza material varios modos de existencia y allí disfruta de las tres gunas, los tres atributos y modos de influencia de la naturaleza material; la virtud, la pasión y la ignorancia, y esto es porque toca esa naturaleza material. Entonces experimenta el sufrimiento y el placer en diversas formas de vida.

Este conocimiento es muy importante para comprender el proceso por el cual el alma condicionada se reencarna de un cuerpo a otro. Estos cambios de cuerpo se deben al apego del ser encarnado a la existencia material. Mientras esté cautivado por esta manifestación ilusoria, deberá seguir reencarnándose de un cuerpo a otro. Es sólo su deseo de dominar la naturaleza material lo que le pone en estas condiciones indeseables, dándole el cuerpo a veces de un ser celestial, a veces de un ser humano, de un animal o de un vegetal, siempre según sus deseos materiales. Y cada vez, se cree dueño de su destino, un destino de hecho impuesto por la naturaleza material. El proceso de atribución de los distintos cuerpos resulta del contacto con las distintas gunas.

Por eso hay que elevarse por encima de estas influencias materiales y alcanzar el nivel espiritual. Esto se llama «conciencia de Krishna». A menos que seamos conscientes de Krishna, estamos obligados por la conciencia material a pasar de un cuerpo a otro, porque hemos estado acumulando deseos materiales durante un tiempo infinito. Así que tenemos que cambiar nuestro «punto de vista», y este cambio sólo puede ocurrir si prestamos atención a las palabras y enseñanzas que vienen de Dios, o incluso de un maestro espiritual, un genuino siervo del Señor.

Verdaderamente, en proporción al conocimiento obtenido a través del contacto con el Señor Supremo, el ser saborea la existencia en la dicha eterna.

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