Aprendamos a Conocer al Padre Eterno
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El gran sabio Vidura, queriendo saber qué había sido del Señor Krishna, interrogó a Uddhava, un alma pura.

Sri Uddhava dijo: «Oh Vidura, el sol del mundo, el Señor Krishna, se ha puesto y la gran serpiente del tiempo ha devorado nuestra morada. ¿Cómo puedo hablar de nuestro bienestar»?

La desaparición del sol representado por Krishna puede explicarse como sigue. Uddhava percibe el dolor de Vidura, y por eso quiere ante todo compadecerse de él diciendo que después de la puesta del sol, todos los seres se sumergen en la oscuridad. Con toda la galaxia ahora sumergida en la oscuridad de la aflicción, ni Vidura ni Uddhava pueden conocer ninguna alegría. Uddhava se sintió tan triste como Vidura, y no pudo encontrar nada que decir sobre el bienestar de sus seres queridos.

La comparación de Krishna con el sol es muy acertada. En cuanto se pone el sol, aparece inmediatamente la oscuridad. Pero la oscuridad que envuelve a la humanidad no afecta al sol a la hora del amanecer o del atardecer. En esto, la aparición y desaparición de Sri Krishna es como la del sol. El Señor aparece y desaparece en innumerables galaxias, y cuando está presente en una galaxia concreta, esa galaxia está bañada en luz espiritual, mientras que otra, que acaba de dejar, vuelve a estar sumida en la oscuridad. Sin embargo, estos entretenimientos tienen lugar eternamente. En efecto, el Señor está siempre presente en una u otra de las innumerables galaxias, al igual que el sol recorre siempre uno de los dos hemisferios, a veces en Oriente, a veces en Occidente.

Al igual que el sol aparece por la mañana y se eleva gradualmente hasta el meridiano y luego se pone al mismo tiempo que sale en otro hemisferio, la desaparición de Krishna en una galaxia se corresponde con el comienzo de sus muchas diversiones en otra. Para ser más precisos, tan pronto como un entretenimiento termina en la tierra, comienza a manifestarse en otros lugares. Así, sus eternos entretenimientos continúan sin cesar. Sabemos que el sol sale una vez cada veinticuatro horas; del mismo modo, los entretenimientos de Krishna se hacen visibles en una galaxia determinada una vez en cada día de Brahma; y este día dura cuatro mil trescientos veinte millones (4.320.000.000) de años solares. Pero dondequiera que esté el Señor, todos sus maravillosos entretenimientos tienen lugar como se presenta en las escrituras reveladas a intervalos regulares.

Con la puesta de sol, las serpientes cobran fuerza, los ladrones sienten más valor y los espectros se activan, los lotos se marchitan y los pájaros cakravaki se lamentan. Del mismo modo, cuando el Señor Krishna desaparece, los ateos se sienten vigorizados pero los santos se afligen.

Esta galaxia (la Vía Láctea) con todos sus planetas está sumida en la desolación. Pero aún más desafortunados son los miembros de la dinastía Yadu, la familia del Señor, que no han reconocido a la Persona Suprema.

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