La Ciencia Espiritual Pura
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material de la existencia, como es el caso, por citar un ejemplo. , de cosméticos, caros y destinados solo al cuerpo. En esta dirección, la energía humana se gasta en vano, porque se aparta de la búsqueda de la realización espiritual, que es la mayor necesidad del hombre. Los devotos del Señor, por su parte, se desapegan de las cosas materiales, de ahí el calificativo de extremadamente necesitados; totalmente pobres y desamparados, atribuidos a ellos. En verdad, los diversos objetos materiales son tantos productos de las tres gunas, que nos desvían de la energía espiritual, y cuanto menos poseamos de ellos, más se facilitará nuestro progreso espiritual.

El cuerpo etéreo está cubierto por dieciséis elementos, los cinco órganos de percepción, los cinco órganos de acción, los cinco objetos de los sentidos y la mente. Este cuerpo etéreo es producto de los tres atributos de la naturaleza material, la virtud, la pasión y la ignorancia. Está compuesto de deseos irresistibles, tan poderosos que hacen transmigrar al ser individual de un cuerpo a otro entre hombres, animales y seres celestiales. Cuando obtiene un cuerpo de un ser celestial, ciertamente se siente muy feliz por ello, pero cuando toma la forma humana, no deja de lamentarse; y cuando nace con un cuerpo animal, vive en constante temor. Sin embargo, cualquiera que sea su situación, en realidad es miserable porque debe continuar con su existencia material, transmigrando de un cuerpo a otro.

Los actos egoístas realizados por el ser individual, ya sean virtuosos o impíos, son la causa invisible de cómo serán satisfechos sus deseos. Esta causa invisible está en el origen de los diferentes cuerpos que recubre el alma condicionada. Debido a su intenso deseo, nace en una familia particular y recibe un cuerpo similar al de su madre o al de su padre. Los cuerpos de materia densa y etérea son por lo tanto creados según su deseo. El cuerpo de materia densa es un producto del cuerpo etéreo.

Dios especifica a este efecto: «Son los pensamientos, los recuerdos del ser en el momento de dejar su cuerpo los que determinan su condición futura».

En cuanto a los pensamientos que habitan el cuerpo etéreo en el momento de la muerte, resultan de las actividades del cuerpo de materia densa. Así, el cuerpo de materia burda actúa durante nuestra existencia, y el cuerpo etéreo en el momento de la muerte. El cuerpo etéreo, llamado cuerpo de deseos, sirve de telón de fondo para el desarrollo de cierto cuerpo de materia densa, que se parecerá al de la madre o al del padre, humano o animal. Si al tiempo de la unión sexual las secreciones de la madre son más abundantes que las del padre, el hijo (el alma) recibirá un cuerpo femenino; por el contrario, si las secreciones del padre son más abundantes que las de la madre, el niño recibirá un cuerpo masculino. Así funcionan las leyes sutiles de la naturaleza, de acuerdo con los deseos del ser individual. Si un ser humano aprende a transformar su cuerpo etéreo haciéndose consciente de Krishna, cuando llegue la hora de su muerte, su cuerpo etéreo producirá un cuerpo de materia densa con el cual actuará como devoto de Dios; mejor aún, si ha alcanzado un nivel superior de perfección, ya no tomará un cuerpo material, sino que obtendrá inmediatamente un

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