La Ciencia Espiritual Pura
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«Aquel que siempre se acuerda de Mí, el Señor Supremo, y medita en Mí, sin desviarse del camino, ese, sin duda alguna llega a Mí».

Al pensar siempre en Krishna a través del canto de Su Santo Nombre, uno regresará a Krishnaloka, Su planeta supremo en el momento de la muerte. Quien canta constantemente el Santo Nombre podrá volver a Dios en el momento de la muerte. Aquellos que cantan el Santo Nombre escapan de los renacimientos perpetuos y viven en el planeta de Krishna incluso en esta vida. El canto deliberado o accidental del Santo Nombre nos libera inmediatamente de todas las consecuencias de nuestras faltas o pecados y nos hace felices. Si nos mantenemos puros y constantes en el canto del Santo Nombre, nos salvaremos de caer en una condición inferior, o podremos escapar de todas las calamidades y peligros. El canto de Haré Krishna protege al ser sagrado de cualquier caída accidental. Para protegerse de todas las caídas accidentales y así liberarse para siempre de todas las impurezas materiales, el ser santo sólo tiene que recitar continuamente:

Haré Krishna, Haré Krishna, Krishna Krishna, Haré Haré

Haré Rama, Haré Rama, Rama Rama, Haré Haré

El canto del Santo Nombre de Krishna aumenta el océano de dicha en la vida espiritual.

¿Cómo podemos obtener los ojos que nos permiten ver a Dios, y cómo podemos ser conscientes de Él en cada momento de la existencia?

El Supremo Eterno dice: «No puedes verme con los ojos que son tuyos; por lo tanto, te concedo los ojos divinos a través de los cuales puedes contemplar Mis poderes inconcebibles».

Dios mismo nos muestra el camino cuando dice: «Del agua soy el sabor, del sol y la luna la luz, de los mantras (himnos) védicos la sílaba om. Yo soy el sonido en el éter, y en el hombre la habilidad».

Esta palabra contiene el conocimiento que permite ser plenamente consciente de Él, y permanecer así en todas las fases de la existencia. El agua, por ejemplo, es indispensable para todo ser vivo. Y para los sedientos, su sabor es tal que nada puede igualarlo, y nadie puede reproducir artificialmente su pureza. Así, el sabor del agua nos recordará a Dios. Y como no podemos evitar beberla cada día, no podemos olvidar a Dios. Así es la conciencia divina.

De las nueve formas diferentes de entrar en contacto con Dios, la primera es la escucha. Al leer las sagradas escrituras originales, escuchamos las palabras del Señor Krishna, y esto también es entrar en contacto con Dios, porque Krishna es en realidad

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