La Ciencia Espiritual Pura
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Cuando tiene lugar la noche de Brahma, los tres mundos desaparecen debido a la devastación parcial.

El Sol y la Luna pierden entonces su brillo igual que en una noche profunda. Aquí hay que comprender que el Sol y la Luna dejan de esparcir su luz en los tres mundos, pero sin ser por ello destruidos. Ellos siguen brillando en la parte superior del universo, más allá de los tres mundos. Pero toda la parte del universo sometida a la disolución se queda en tinieblas; el agua y la oscuridad están por todas partes, y el viento sopla sin descanso.

Al inicio de la devastación (Diluvio), todos los mares dejan su cauce y se desencadenan con violencia tempestades de viento. Las olas de los océanos se enfurecen y, en nada de tiempo, los tres mundos se encuentran bajo las aguas.

Las Escrituras explican que las llamas ardientes que emanan de la boca de Sankarsana (Dios) se desencadenan durante cien años de los seres celestiales o treinta y seis mil años humanos. Después, durante otros treinta y seis mil años, unos torrentes de lluvia acompañados de vientos violentos y rugientes olas barren los tres mundos y tanto los mares como los océanos abandonan su cauce. Estos cataclismos que duran setenta y dos mil años suponen el inicio de la devastación parcial de los tres mundos. Pero los hombres olvidan esas devastaciones que asolan el mundo y se sienten plenamente satisfechos de los progresos materiales de la civilización. Es lo que se llama maya, la ilusión o «lo que no existe».

En una familia donde nace un hombre santo, los ancestros hasta el catorceavo ascendiente son liberados a partir de entonces.

Por desgracia, bajo la influencia de maya, el alma condicionada utiliza el cuerpo que obtiene para buscar el placer de los sentidos, olvidando así que ese tipo de ocupaciones puede llevarla de nuevo a un cuerpo impalpable. El devoto del Señor o el ser consciente de Krishna, no necesita realizar ceremonias rituales como el sraddha, porque siempre satisface al Señor Supremo. Como consecuencia, aquellos de entre sus padres y ancestros que pudieran hallarse en dificultades se encuentran automáticamente salvados. El ejemplo más impactante es el de Prahlada Maharaja, que le rogó a Sri Nrsimhadeva (un avatar) que liberara a su padre, un ser pecador que había cometido innumerables ofensas a los pies de loto del Señor. Este le respondió que en una familia donde nace un sabio como Prahlada no solo el padre, sino también el abuelo y sus ancestros – hasta el decimocuarto ascendiente – quedan liberados desde ese mismo momento. Hay que concluir, pues, que la Consciencia de Krishna representa por sí sola el conjunto de todas las obras beneficiosas para la familia, la sociedad y los seres vivos en general. El autor del Caitanya-caritamrta añade que una persona que comprenda a la perfección la Consciencia de Krishna no practica ningún rito porque sabe que todos los ritos se cumplen por sí mismos por el simple hecho de servir a Krishna en plena consciencia de Su Persona.

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