Nuestra posición natural, la que teníamos al principio de todas las cosas, es ser los sirvientes originales y eternos de Krishna, Dios, la Suprema Personalidad; debemos recuperarla. Para ello, actuemos como alma espiritual y nada más.

El propósito de nuestra existencia es amar a Krishna, entregarnos a Él y servirle con amor y devoción. Para ello, renovemos el vínculo de amor que nos une a Dios, vinculemos nuestros deseos e intereses a los suyos, ofrezcámosle todos los frutos de nuestras acciones, disfrutemos complaciéndolo, obedeciéndolo y haciendo Su divina voluntad.

Quienes comprendan estas verdades verán sus vidas cambiar. El Señor, por Su divina gracia, pondrá fin a todo su sufrimiento. Entonces pasarán de la muerte a la vida eterna, porque para ellos la muerte ya no existirá.

Respecto a la vida eterna, el Señor dice: Respondo a la adoración del creyente piadoso según el sentimiento trascendental particular que lo anima. Tal es Mi naturaleza. El servicio devocional que ofrecen los seres vivos reaviva la vida eterna en ellos.

Las verdaderas relaciones que los seres humanos deben tener entre sí son las que se dan a nivel del alma y se basan en los lazos que los unen con el Alma Suprema, Krishna. Las relaciones de alma a alma se establecen a partir del vínculo que une a cada persona con el Alma Suprema, Krishna. Estas relaciones, basadas en el alma, conducen a la liberación espiritual, pues su fuerte vínculo es Dios mismo. Debemos entregarnos a Dios y servirle con amor y devoción; tal es la perfección de la existencia y la vida eterna.

Al hacer esto, podemos espiritualizar nuestras acciones, nuestro espacio, nuestras vidas y, por extensión, a toda nuestra familia y a toda la humanidad. La mayor muestra de amor que una persona puede mostrar a sus seres queridos, y aún mejor, a toda la humanidad, es ofrecerles tres regalos maravillosos y hermosísimos: Krishna, la Suprema Personalidad de Dios, el conocimiento espiritual eterno y la verdad existencial y absoluta.

Así, sin duda acumularemos muchas bendiciones en el reino de Dios, que preservaremos para la eternidad.

¿Cuál es el verdadero propósito de la vida humana?

En verdad, la existencia humana nos permite conocer a Krishna, la Suprema Person alidad de Dios, tal como es; renovar el vínculo de amor que nos une a Él; vincular nuestros deseos, intereses y planes con los Suyos; recuperar la posición natural, espiritual, original y eterna que teníamos con Él al principio de todas las cosas; aprender a comprenderlo mejor y a obedecerlo mejor respetando su autoridad; amarlo; cumplir su divina voluntad con gran placer y disposición; refugiarnos en Él; entregarnos completamente a Él; disfrutar sirviéndole con amor y devoción; y ser conscientes de Él.