La muerte es la pérdida de la posición natural de sirvientes eternos que ocupábamos antes de Krishna, al no poder ofrecerle nuestros servicios espirituales y no poder actuar para Él con alegría. La muerte es la pérdida del vínculo que nos unía a Dios y de la relación amorosa que compartimos con Él al principio de todas las cosas. La muerte es sumergirse en el olvido y la ignorancia de todos los datos relativos a nuestra verdadera identidad espiritual, a la verdad existencial y absoluta, a las enseñanzas espirituales de las que Krishna es el autor divino y a la existencia del mundo espiritual.
La muerte es sumergirse en el olvido de nuestro verdadero origen espiritual y en la incapacidad de saber que todos venimos del mundo verdadero, el mundo espiritual.
La muerte es dejar de saber nada de nuestro pasado y de todas nuestras encarnaciones previas.
La muerte es el cambio de cuerpo, pues es el cuerpo de materia densa en el que nos encarnamos el que sumerge al alma en el olvido de todo.
Todos aquellos que comprendan estas verdades verán cambiar su existencia. El Señor Krishna, por su divina gracia, pondrá fin a todo su sufrimiento. Pasarán de la muerte a la vida eterna, porque para ellos ya no habrá muerte.
La condición del alma eterna que cada uno de nosotros posee, pues no somos el cuerpo material denso en el que encarnamos, se debe a nuestra ignorancia de los datos espirituales. Aunque la vida es temporal, no deja de ser indeseable, pues este mundo material es en realidad el mundo del olvido, el sufrimiento y la muerte.
Debido a esta ignorancia, debemos asumir, uno tras otro, diversos cuerpos efímeros. Sin embargo, el alma espiritual no necesita asumir estos cuerpos temporales; se ve obligada a hacerlo únicamente debido a su ignorancia y su olvido de Dios, su verdadera identidad espiritual y la verdad existencial.
Por lo tanto, cuando alcanzamos una forma humana en la que la inteligencia se desarrolla, debemos modificar nuestra conciencia buscando conocer a Krishna, Dios, la Suprema Personalidad.
A tal efecto, Dios dice: Quien conozca la absolutidad de mi advenimiento y mis acciones ya no tendrá que renacer en este universo. Al abandonar su cuerpo, entrará en mi reino eterno.
A menos que conozcamos a Dios, Krishna, y tomemos consciencia de Él, permaneceremos cautivos de la materia. Para terminar con esta existencia condicionada, debemos entregarnos a Krishna, la Suprema Personalidad de Dios, amarlo, cumplir su divina voluntad y servirlo con amor y devoción.


