Actualmente, la mayoría de las entidades espirituales encarnadas se identifican con su cuerpo presente, fruto de sus acciones virtuosas o impías pasadas, y permanecen incapaces de conocer sus vidas pasadas o futuras. El hombre se entrega al pecado porque ignora las acciones de su vida pasada que lo han llevado a su condición actual, en un cuerpo material expuesto a las tres formas de sufrimiento. Presa de una necesidad desesperada de placeres materiales, no duda en pecar y comete actos reprensibles con el único propósito de satisfacer sus sentidos. Todo esto es perjudicial, porque a causa de sus pecados, tendrá que recibir otro cuerpo en el que sufrirá como sufre ahora las consecuencias de sus pecados pasados.
Las tres formas de sufrimiento son:
El que se origina en el cuerpo y la mente, el causado por otras entidades vivientes y el que se origina en la naturaleza material: huracanes, vientos violentos, lluvias torrenciales, frío extremo, sequías, etc., bajo la influencia de seres de planetas superiores, que rigen las diversas funciones de la naturaleza material.
Debe entenderse que una persona privada de conocimiento espiritual actúa constantemente ignorando lo que pudo haber hecho en el pasado o en su vida anterior, lo que está haciendo ahora y cómo sufrirá en el futuro; está sumida en la oscuridad. Por lo tanto, ante todo, no debemos permanecer en la oscuridad, sino esforzarnos por alcanzar la luz trascendental. Esta luz es el conocimiento espiritual impartido por Krishna, Dios, que se puede conocer una vez que se ha alcanzado el nivel de la virtud, o cuando se trasciende la virtud al adoptar la práctica del servicio devocional ofrecido al maestro espiritual, el auténtico sirviente íntimo de Dios, y al Señor Supremo Krishna. El significado y el alcance del conocimiento espiritual se revelan en toda su plenitud, y de inmediato, solo a las grandes almas dotadas de una fe incondicional en Dios. Dependiendo de nuestra relación con los atributos de la naturaleza material (virtud, pasión e ignorancia), obtenemos un tipo particular de cuerpo.
Quien se encuentra inmerso en la oscuridad total no puede saber cómo fue su vida pasada ni cómo será su próxima vida. Solo le interesa su cuerpo actual. Incluso si posee una forma humana, quien está influenciado por la ignorancia y se preocupa solo por su cuerpo material es poco mejor que un animal. De hecho, el animal, prisionero de la ignorancia, cree que la mayor felicidad y el objetivo final de la vida consisten en comer lo máximo posible. El hombre debe ser educado para que comprenda cómo fue su vida pasada y cómo puede mejorar su condición futura. Quien solo se interesa por su cuerpo actual y busca disfrutar de sus sentidos al máximo, revela estar abrumado por la influencia de la ignorancia; su futuro será sombrío. De hecho, el futuro siempre es sombrío para quienes son víctimas de la ignorancia absoluta. Especialmente en la era en que vivimos, la sociedad está sujeta a la influencia de la ignorancia, de modo que todos consideran su cuerpo presente como lo único importante, sin considerar el pasado ni el futuro, cuyos misterios desconocen.