No matemos, causemos sufrimiento a los animales ni comamos su carne, pues ellos también tienen alma. Al ordenarnos no matar a nadie —seres humanos, animales terrestres y acuáticos, y todas las plantas, desde las briznas de hierba hasta los árboles altos—, Dios quiere que sepamos que dentro de cada uno de estos cuerpos materiales reside un alma espiritual que continúa su evolución espiritual.

No tenemos derecho a interrumpir la existencia de un alma encarnada, y mucho menos a impedirle que continúe su evolución espiritual.

Los seres humanos aún desconocen que las leyes divinas prevalecen sobre las humanas y que sufren las consecuencias de sus propias acciones según la ley de causa y efecto, o la ley del karma.

Debemos cesar absolutamente todas las relaciones sexuales ilícitas fuera del matrimonio, dejar de comer carne, pescado y huevos, dejar de consumir drogas y estimulantes como el tabaco, el alcohol, el café y el té, y dejar de apostar.

Cesar estos actos pecaminosos nos permite conocer a Dios tal como es. Dejemos de cometer estos pecados de inmediato y para siempre y tarareemos los santos nombres de Dios:

Hare Krishna, hare Krishna, Krishna Krishna, hare hare

hare Rama, hare Rama, Rama Rama, hare hare

Para liberarnos del ciclo de reencarnaciones sucesivas y así ver borrados todos nuestros pecados.

Este canto sánscrito significa: Oh Señor, oh fuente de toda felicidad, por favor hazme tu amado sirviente y permíteme servirte.

Actuemos como Dios desea para nuestro propio bien, apliquemos sus directrices, sus consejos y sus enseñanzas, y viviremos felices, en calma, paz y armonía. Todos estos cataclismos no volverán a ocurrir.

El Señor Krishna nos da este consejo: Vivan conforme a mis enseñanzas.

Amémonos unos a otros con amor incondicional como recomienda Krishna, la Suprema Personalidad de Dios, pero también amemos a todos los animales terrestres y acuáticos, y a todas las plantas en su diversidad, desde las briznas de hierba hasta los altos árboles que albergan a numerosos seres vivos como orugas, hormigas, mariposas, pájaros, monos, etc., pues cada uno de ellos es un alma encarnada en un cuerpo material específico.

La obra creadora de Dios es perfecta, cimentada en la armonía, el bienestar y la paz.

Dios creó el cosmos material en el que flotan innumerables galaxias, todas moviéndose con facilidad.