Este canto en sánscrito significa: Oh Señor, oh energía del Señor, oh Fuente de toda felicidad, por favor hazme tu amado sirviente, permíteme servirte. Krishna y Rama son los Nombres de Dios, y Hare no es otra cosa que Su energía interna, Su energía de dicha.
El Señor Krishna dice: Llena siempre tu mente de Mí, conviértete en Mi devoto, ofréceme tu homenaje y adoración. Perfectamente absorto en Mí, llegarás a Mí. Quien, al morir, en el mismo momento de dejar el cuerpo, se acuerda sólo de mí y llega inmediatamente a mi casa, no tiene duda alguna de ello.
¿Qué es la verdadera educación?
La educación espiritual cultiva y desarrolla la conciencia de Dios.
La verdadera educación es espiritual.
La educación espiritual es la base de la ciencia de Dios y las enseñanzas del Señor Krishna. Permite comprender que el alma espiritual es diferente y distinta del cuerpo material. Proporciona todas las respuestas a las preguntas relacionadas con Dios, con el alma espiritual que cada uno de nosotros realmente es, con el conocimiento espiritual eterno y con la verdad existencial y absoluta. Difunde luz trascendental y conocimiento divino puro, del cual Krishna, la Suprema Personalidad de Dios, es la fuente y el Maestro Supremo. Saca a quienes la reciben de la ignorancia y la ceguera. Es la llave que abre la puerta al reino de Dios.
El Señor Krishna dice: En el momento de la muerte, el alma toma un nuevo cuerpo, tan naturalmente como pasó por el anterior, de la infancia a la juventud y luego a la vejez. Este cambio no perturba al ser sobrio.
Desafortunadamente, esta educación espiritual está completamente ausente en la civilización actual. Nadie sabe su verdadero valor, que es el del alma espiritual que cada uno de nosotros realmente es, y no el del cuerpo material, que en realidad es una vestidura que nos hemos puesto.
Trabajar intensamente bajo la influencia de una concepción corporal de la existencia, sin educación espiritual, equivale a vivir como un animal. Las personas gastan muchísima energía simplemente por la conveniencia del cuerpo, sin ser instruidas en el beneficio del alma espiritual. Así, viven en una civilización peligrosa, pues el alma espiritual debe reencarnarse de un cuerpo a otro.
Sin educación espiritual, las personas se mantienen ignorantes de los hechos relativos a Dios tal como es realmente, su verdadera identidad espiritual, el verdadero conocimiento espiritual eterno y la verdad existencial y absoluta, y desconocen qué será de ellas tras la muerte de su cuerpo. Trabajan a ciegas, bajo la dirección de líderes ciegos.


