A su vez, los reptiles, gusanos y serpientes, capaces de moverse, superan a las plantas inmóviles, y los animales con inteligencia desarrollada son superiores incluso a los reptiles.

Los seres humanos son superiores a los animales, y los fantasmas a los seres humanos, porque no tienen cuerpo físico.

Por encima de los fantasmas están los Gandharvas (cantantes celestiales) y, aún más arriba, los Siddhas (seres perfectos); luego, los Kinnaras (seres sobrehumanos con poderes sobrenaturales); y finalmente, los asuras (seres malignos no iluminados, que pueden someter a los seres mencionados). Por encima de los asuras están los seres celestiales, gobernados por Indra, el rey de los cielos. Los hijos directos de Brahma, incluyendo al rey Daksa, prevalecen sobre Indra, y de los hijos de Brahma, Siva es el más grande. Dado que Siva es hijo de Brahma, este se considera superior a él, pero Brahma mismo está subordinado a Mí, el Señor Supremo.

Sin embargo, dado que Yo mismo favorezco a los sabios eruditos, ellos son los más grandes de todos.

Los diferentes niveles de elevación espiritual, desde el más pequeño hasta el devoto más elevado.

Los seres animados son superiores a los objetos inanimados, y entre ellos, aquellos en los que se manifiestan signos de vida son más evolucionados. En cuanto a los animales dotados de conciencia desarrollada, son superiores a ellos, y por encima de ellos están los seres dotados de percepción sensorial desarrollada.

Entre los seres dotados de percepción sensorial, aquellos con gusto desarrollado son superiores a aquellos con tacto desarrollado. Pero superiores a ellos son aquellos que pueden oler, e incluso superiores a los que pueden oír.

Los seres que pueden distinguir diferentes formas son superiores a los que perciben sonidos. Superiores a ellos son aquellos con mandíbulas dentadas, y aún más superiores son aquellos con muchas patas. Pero superiores aún son los cuadrúpedos, y sobre todo, los humanos.

Entre los humanos, aquellos cuya organización social se basa en cualidades y actividades individuales prevalecen sobre los demás, y dentro de tal sociedad, los hombres inteligentes, a quienes se les conoce como «sabios eruditos», son los más evolucionados. Pero también se debe distinguir como los mejores entre los sabios eruditos a aquellos que han estudiado los Vedas (las sagradas escrituras originales), y entre ellos, quien conoce el verdadero propósito de los Vedas es el más elevado. Sin embargo, por encima del sabio que conoce el propósito de los Vedas está quien puede disipar todas las dudas, e incluso mejor que este es quien se adhiere estrictamente a los principios espirituales. Pero aún más alto que este brilla el alma libre de toda impureza material. En cuanto al devoto puro, que realiza servicio devocional sin esperar nada a cambio, los domina a todos.