¿Por qué se dice que todos los planetas materiales son lugares de sufrimiento?
El Eterno Supremo, Krishna, explica: Todos los planetas de la galaxia, desde los más evolucionados hasta los más bajos, son lugares de sufrimiento, donde el nacimiento y la muerte se suceden. Pero para el alma que llega a mi reino, ya no hay renacimiento.
Todos los espiritualistas, en un momento u otro, deben alcanzar la perfección devocional en el servicio devocional si desean alcanzar la morada absoluta de Dios y jamás regresar al universo material. Incluso quienes llegan a los planetas de los seres celestiales, habitantes de los planetas edénicos y paradisíacos, los planetas materiales más elevados, permanecen atrapados en el ciclo de muerte y renacimiento. Mientras algunos ascienden de la Tierra a los planetas edénicos, como Brahmaloka, Candraloka o Indraloka, otros se degradan y abandonan estos lugares de dicha para regresar a la Tierra o a otro planeta similar.
Si un ser progresa en su consciencia de Dios durante su estancia en planetas superiores, se trasladará a planetas cada vez más evolucionados, hasta que, en el momento de la destrucción universal, se encuentre transportado al reino eterno de Dios. En el momento de la aniquilación del mundo, Brahma, el demiurgo y primer ser creado, y quienes lo rodean, constantemente absortos en la consciencia de Dios, alcanzan cada uno de los planetas espirituales según sus deseos.
¿Por qué es esencial liberarnos de la esclavitud material?
Liberémonos de ella y, por la gracia de Dios, alcancemos la verdadera libertad.
Todos los grandes sabios se han dedicado al servicio del Señor Supremo y Absoluto, quien está más allá de los tres atributos y modalidades de influencia de la naturaleza material —virtud, pasión e ignorancia— para alcanzar el máximo beneficio: liberarse de las condiciones materiales.
Quien siga sus pasos se califica para, a su vez, alcanzar la liberación del mundo material. El objetivo final de las prácticas religiosas o espirituales no es obtener ningún beneficio material ni adquirir el simple conocimiento que permite distinguir lo espiritual de lo material. Consiste en liberarse de la esclavitud material y retornar a una existencia de pura libertad en el mundo espiritual, donde Dios reina como el Amo Absoluto. Por eso, el Señor mismo establece los principios y leyes de la religión, cuyo propósito solo conocen las grandes almas y los grandes maestros, eruditos en el conocimiento de Dios y en el reino espiritual. Los grandes santos, agentes cualificados del Señor, practican el servicio devocional; por lo tanto, quienes desean su propio bien seguirán los pasos de estos sabios, pues así obtendrán el máximo beneficio.
La esclavitud material surge de someterse al dominio de la materia debido al ego falso (la identificación con el propio cuerpo y el deseo de dominar la naturaleza material).


