Así, los pecados y los sufrimientos se suceden, hundiendo al alma encarnada, condicionada por la energía material y la energía de la ilusión, en el dolor vida tras vida. En su vida actual, sufre las consecuencias de las acciones cometidas en su vida anterior y, a través de sus acciones presentes, se prepara para nuevos sufrimientos en el futuro.
Los pecados «maduros» o «completos» pueden resultar en enfermedades crónicas, problemas con la ley, baja cuna, educación insuficiente o mala apariencia física.
Nuestras acciones pasadas nos agobian hoy, y nuestras acciones actuales nos preparan para el sufrimiento futuro. Pero esta cadena puede romperse de un solo golpe para quien adopta la conciencia de Dios y le sirve con amor y devoción. Esto significa que el servicio devocional ofrecido a Dios es capaz de reducir todas las impurezas a la nada.
Dios también dice al respecto: El servicio devocional que se me ofrece actúa como un fuego ardiente, infinitamente capaz de reducir a cenizas todo lo que se le arroja.
Todo lo bueno que hagamos nos traerá beneficios, y todo lo malo que hagamos también nos traerá beneficios, pero de la misma naturaleza, en nuestra próxima vida, en forma de sufrimiento similar al que hemos infligido o infligido a una o más víctimas.
La causa de toda enfermedad es de origen espiritual. Esta causa es el olvido de nuestra relación amorosa con Krishna, Dios, la Suprema Personalidad. El alma que pierde el contacto con Dios olvida su propia identidad espiritual y se entrega a innumerables actividades materiales que la enredan en una red de karma, de acciones y reacciones. Este karma causa sufrimiento y, en lugar de recurrir a Dios para aliviar su dolor, el alma busca soluciones materiales, que lamentablemente conducen a otras reacciones kármicas y, por lo tanto, a otro sufrimiento.
¿Cómo podemos poner fin a nuestro sufrimiento?
Para detener todo este proceso, simplemente necesitamos entregarnos a Krishna, Dios, la Suprema Personalidad de Dios, amarlo, cumplir su divina voluntad, vivir conforme a sus enseñanzas y servirle con amor y devoción. Quienes hacen esto viven en paz, bajo la protección del Señor, y experimentan una felicidad inefable.
Solo el servicio amoroso y devoto a Dios puede poner fin al sufrimiento y al karma, purificar al ser encarnado y permitirle acercarse a la Suprema Personalidad de Dios.
El Señor Krishna dice al respecto: Solo mediante el servicio devocional, y solo así, se puede conocerme tal como soy. Y quien, mediante esa devoción, se vuelve plenamente consciente de Mí, puede entonces entrar en mi reino absoluto.


