Brahma, el segundo creador, dijo: Solo a través de él (Krishna), investido de poder, descubrí bajo la inspiración del Alma Suprema omnipresente lo que él ya había creado, y yo mismo fui creado solo por él.
Con esta declaración, Brahma, el segundo creador de la galaxia, reconoce que no es el primer creador verdadero, sino que solo ha sido inspirado por Narayana, la emanación plenaria de Krishna, y que crea bajo su dirección lo que ya ha sido creado por Dios, en su forma de Alma Suprema de todos los seres.
Incluso Brahma, la máxima autoridad de la galaxia, afirma que dentro de cada ser vivo existen dos entidades espirituales: el alma individual distinta y el Alma Suprema. Esta última es Dios, el Señor Supremo, y el alma individual distinta es su sirviente eterno. Es el Señor quien inspira al alma distinta a «crear» lo que Él ya ha creado, y es a través de su buena voluntad, por ejemplo, que un investigador recibirá pleno reconocimiento por su descubrimiento.
Del mismo modo, nadie puede crear nada sin el consentimiento del Señor, ya que cada uno posee una visión acorde con sus capacidades, y estas capacidades también son otorgadas por Dios en proporción a nuestro deseo de servirle. Por lo tanto, debemos desear firme y voluntariamente servir al Señor Krishna, y Él, a su vez, nos empoderará según nuestro grado de entrega a Su divina Persona.
Como Brahma es un gran devoto, el Señor le dio la inspiración, el poder para crear una galaxia como la que ahora se manifiesta ante nuestros ojos.
Por ejemplo, la Batalla de Kuruksetra, así como todas las demás guerras de la historia, nacieron de la voluntad del Señor, pues nadie puede causar una masacre tan grande sin Su consentimiento, dado que todas las víctimas de la guerra sufren las consecuencias de los actos pecaminosos cometidos en vidas anteriores.
Krishna, la Suprema Personalidad de Dios, está presente en el cuerpo de cada uno de nosotros en Su forma de Alma Suprema, y desde allí, dirige las más mínimas acciones de quienes se han rendido a Él. En cuanto a las almas rebeldes, están confiadas a la tutela de la naturaleza material. Así, pueden actuar por iniciativa propia y sufrir las consecuencias de sus actos pecaminosos.
Debido a que Sus devotos se someten a Su guía, ellos también a veces realizan actos milagrosos. Por ejemplo, Brahma, a quien Dios concedió el poder de crear una galaxia, el gran sabio Narada Muni y Jesús, a quien el Señor concedió el poder de realizar milagros.
El Señor Krishna, testigo trascendente de todas las acciones, dirige la inteligencia de todos los seres vivos, desde Brahma, el ser más evolucionado de la galaxia, hasta la hormiga más pequeña. Una persona inteligente, capaz de estudiar las manifestaciones psíquicas del pensamiento, el sentimiento y la voluntad, podrá percibir la presencia sutil del Señor en su interior.


