El planeta supremo, el de Dios, se asemeja a una hermosa flor de loto.
En verdad, más allá del cosmos material se encuentra el mundo espiritual con sus innumerables planetas espirituales, incluyendo el planeta supremo donde Krishna, Dios, la Persona Suprem a, reside permanentemente, sin abandonarlo jamás.
El planeta supremo llamado Krishnaloka se divide en tres regiones llamadas Dvaraka, Mathura y Gokula. En esta morada, el Señor Supremo, Krishna, se manifiesta en la forma de cuatro emanaciones plenarias: Krishna, Balarama, Pradyumna y Aniruddha, conocidas como la forma cuádruple original. Estos son los Elohim de los que se habla en la Biblia.
En Krishnaloka, existe un lugar trascendental llamado Svetadvipa, también llamado Virndavana.
El planeta supremo donde reside el Señor Krishna es inmenso, más grande que todos los planetas espirituales y materiales juntos. Bajo Krishnaloka, en el inmenso cielo espiritual, flotan todos los planetas espirituales. Cada uno de ellos es más grande que todos los planetas materiales de una galaxia juntos. Sobre cada uno de los planetas espirituales reina Narayana, la emanación de cuatro brazos de la manifestación cuádruple original.
La personalidad divina conocida como Narayana por Krishnaloka es el Sankarsana original (deidad atractiva), y de él emana un segundo Sankarsana llamado Maha-Sankarsana, que reside en uno de los planetas espirituales. Mediante su potencia interna, Maha-Sankarsana asegura la existencia trascendental de todas las estrellas que flotan en el cielo espiritual, cuyos habitantes son almas eternamente liberadas.
Goloka, también llamado Krishnaloka, el planeta divino y morada suprema de Krishna, la Suprema Personalidad de Dios, se asemeja a una hermosa flor de loto de mil pétalos. El corazón de este loto es la morada de Krishna.
Esta morada suprema, con forma de loto, fue creada por la voluntad de Ananta, la emanación plenaria de Krishna. El corazón de este loto trascendental es la esfera donde Krishna reside.
Esta morada, morada con el aspecto supremo y predominante del absoluto, forma una figura hexagonal. Como un diamante, la figura que la sostiene, el centro del luminoso Krishna, brilla como la fuente trascendental de todos los poderes.
El Santo Nombre, compuesto de dieciocho letras trascendentales, se manifiesta en un hexágono con seis divisiones.


