El corazón de este reino eterno, Goloka, es la morada hexagonal de Krishna. Los pétalos, moradas de las gopis que, siendo partes integrales de la misma esencia, le sirven con el mayor afecto, resplandecen exquisitamente como tantas paredes. Las hojas desplegadas de este loto, como un jardín, forman la morada espiritual de la diosa Radhika, la más querida del corazón de Krishna.

En Gokula, también llamado Krishnaloka, un lugar trascendental y una de las tres regiones principales de Gokula o Krishnaloka, el planeta supremo donde reside Krishna, la Suprema Personalidad de Dios, existe un loto divino con mil pétalos y millones de filamentos.

En su centro se yergue un majestuoso trono divino donde se sienta el Señor Krishna, cuya forma encarna el resplandor eterno del éxtasis trascendental, tocando su flauta celestial que vibra con sonidos espirituales al roce de sus labios de loto. Allí, sus amadas gopis lo adoran con sus emanaciones y manifestaciones subjetivas personales, así como con su energía externa, que permanece en el exterior, encarnando todas las cualidades temporales.

Las otras dos regiones son Dvaraka y Mathura.