El conocimiento mediante el cual se distingue en todas las existencias una esencia espiritual única e imperecedera, una entre muchas, este conocimiento (sábelo), procede de la Virtud.

Pero el conocimiento mediante el cual se percibe la existencia, en diversos cuerpos, de otros tantos seres con diferentes naturalezas (sábelo), pertenece a la Pasión.

En cuanto al conocimiento mediante el cual, ciego a la verdad, uno se aferra a un solo tipo de acción, como si lo fuera todo, este conocimiento, al ser muy limitado, se dice que pertenece a la oscuridad de la Ignorancia.

Un acto dictado por el deber, un acto realizado sin apego, sin gustos ni disgustos, y acompañado de la renuncia a sus frutos, se dice que procede de la Virtud. Pero un acto realizado con gran esfuerzo, dirigido a la satisfacción de deseos y motivado por el ego falso, se dice que pertenece a la Pasión.

En cuanto a un acto realizado en la inconsciencia y el engaño, sin considerar las consecuencias ni la cadena de acontecimientos que conlleva, que inflige violencia a otros y resulta impracticable, se dice que es un asunto de ignorancia.

Una persona libre de todo apego material, libre del ego falso, entusiasta, resuelta e indiferente al éxito y al fracaso, se dice que está bajo el signo de la Virtud. Pero quien se aferra a los frutos de su trabajo, que desea apasionadamente disfrutarlos, que es codicioso, envidioso, impuro, sacudido por alegrías y tristezas, se dice que está dominado por la Pasión. Aquel que siempre va en contra de los preceptos de las Escrituras, que es materialista, obstinado, engañoso y adepto a los insultos, perezoso, siempre taciturno, que constantemente pospone las cosas, se dice que está sumido en la Ignorancia.

Los Tres Tipos de Inteligencia y Determinación.

Ahora escuchen con detalle. Les describiré los tres tipos de inteligencia y determinación, según los tres gunas.

La inteligencia mediante la cual se distingue lo correcto de lo incorrecto, lo temible de lo inaceptable, lo que ata de lo que libera, proviene de la Virtud.

Pero la inteligencia que no distingue entre la religión y la irreligión, ni entre lo correcto y lo incorrecto, pertenece a la Pasión.

En cuanto a la inteligencia sumida en la ilusión y la oscuridad, que confunde la irreligión con la religión y la religión con la irreligión, y que siempre se desvía por el camino equivocado, pertenece a la Ignorancia.

La determinación inquebrantable, que la práctica del yoga sostiene firmemente, y que gobierna la mente, la vida misma y los movimientos de los sentidos, proviene de la Virtud. Pero la determinación por la cual, en la piedad, la adquisición de bienes y la gratificación de los sentidos, uno se aferra firmemente a algún fruto personal, esta determinación pertenece a la Pasión.