Nunca se debe renunciar al deber prescrito. De quien, bajo la influencia de la ilusión, lo abandona, se dice que su renuncia es ignorancia.
Y quien, por miedo o considerándolo una carga, elude el deber prescrito, se dice que está dominado por la pasión. Tal acto nunca puede conferir la elevación que resulta de la renuncia.
Pero quien cumple con el deber prescrito por la única razón de que debe cumplirse, sin apego alguno a los frutos de su acción, su renuncia procede de la virtud.
La persona inteligente, establecida en la virtud, que no odia la acción desfavorable ni se apega a la acción favorable, no experimenta duda alguna sobre su acción. Verdaderamente imposible para el ser encarnado es la renuncia a todas las acciones. Y, por lo tanto, se dirá que la verdadera renuncia es practicada por quien renuncia a los frutos de la acción.
El triple fruto de las acciones —deseables, indeseables y mixtos— acecha, tras la muerte, a quien no ha practicado la renuncia. Pero el sannyasi [el renunciante] no disfrutará ni sufrirá por tal fruto.
Los Cinco Factores de la Acción.
Permítanme instruirles sobre los cinco factores de la acción, descritos en la filosofía del Sankhya [Filosofía analítica de todo lo existente. Descripción analítica del cuerpo y el alma]: son el lugar, el hacedor, los sentidos, el esfuerzo y, sobre todo, el Alma Suprema.
Cualquier acción, buena o mala, que una persona realice a través del cuerpo, la mente o la palabra, proviene de estos cinco factores.
Y, por lo tanto, quien se cree el único actor, quien no considera los cinco factores de la acción, no muestra gran inteligencia y, por lo tanto, se encuentra incapaz de ver las cosas en su verdadera luz.
Aquel cuyas acciones no están motivadas por el falso ego [identificación con su cuerpo y dominio de la materia], cuya inteligencia no se estanca, incluso si muriera en este mundo, nunca mata. Sus acciones nunca lo atan.
El conocimiento, el objeto del conocimiento y el conocedor son los tres factores que dan lugar a la acción. Los sentidos, el acto mismo y su autor forman la triple base de toda acción.
Los tres órdenes de conocimiento, acciones y hacedores.
Existen tres órdenes de conocimiento, acciones y hacedores. Corresponden a los tres gunas [las tres modalidades de influencia de la naturaleza material: virtud, pasión e ignorancia].
Escúchame describiéndolos.