¿Cómo puedo entrar al mundo espiritual, al reino de Dios?
Deja atrás todas las demás formas de religión y simplemente entrégate a mí. Te liberaré de todas las consecuencias de tus pecados; no temas. Quienes adoran a seres celestiales renacerán entre ellos; quienes viven en su adoración renacerán entre fantasmas y otros espíritus; quienes adoran a sus antepasados renacerán entre ellos; asimismo, mis devotos (siervos piadosos y fieles de Dios) vivirán conmigo. La persona de primera clase es quien encuentra refugio en mí con el más completo abandono y quien, renunciando a toda forma de búsqueda material, vive conforme a mis enseñanzas. Me he distanciado deliberadamente de ti para que tu amor por mí crezca. Quise esta separación para que pudieras permanecer en constante meditación en mí. Así, en mí, Krishna, en mi forma personal, siempre absorbe tus pensamientos sin falta. Dedicándome tus acciones, dirigiendo tu mente e inteligencia hacia mí, sin duda llegarás a mí. Conviértete en mi devoto puro, entrégate solo a mí. Te prometo una existencia espiritual perfecta, que te otorgará el derecho eterno de servirme con amor espiritual y absoluto. A quienes me sirven y me adoran con amor y devoción, les concedo la inteligencia para que puedan acercarse a mí. Todos participan en diversas acciones, se ajusten o no a las escrituras reveladas. Sepan esto: si uno usa los frutos de tales acciones para adorarme con conciencia de Krishna, será inmediatamente bendecido con una felicidad que continuará en esta vida y en la siguiente, tanto en este mundo como en el siguiente. De eso no hay duda. Entrégate completamente a mí. Por mi gracia, experimentarás paz absoluta y alcanzarás mi morada eterna y suprema. Entrégate a mí y te protegeré de todo peligro. Prometo, y debo, proteger siempre a quien se entregue completamente a mí. Quien se entregue a mí nunca volverá a experimentar los problemas del nacimiento y la muerte. Concedo fe y refugio a quien se entregue a mí y jure servirme para siempre, pues esa es mi naturaleza. Cuando un mortal se entrega a mí y me ofrece todo su trabajo fructífero en su deseo de servirme con amor y devoción, entonces alcanza la libertad del nacimiento y la muerte, y califica para alcanzar la inmortalidad, compartiendo mi naturaleza y la riqueza que me acompaña. Quien me establezca en su corazón podrá escapar de los sufrimientos del hambre, la sed, el nacimiento, la muerte, el lamento y la ilusión. Así, podrá recuperar su forma trascendental original.