Hacer todo esto, y al mismo tiempo adquirir el conocimiento espiritual del cual Krishna es el Autor Supremo, nos permite obtener la visión espiritual mediante la cual no solo podremos ver a Krishna cuando se nos revela, sino también ver todas las señales de advertencia con las que Él advierte a las personas para que cambien su comportamiento, lo escuchen y hagan lo que Él dice, por su propio bien. Hacer todo esto continuamente nos permite obtener las gracias de Krishna, incluyendo:
Liberación de todo temor, la desaparición de todo sufrimiento. En realidad, quienes se establecen en el plano espiritual se liberan de las dos fuentes del sufrimiento material: el deseo y la tristeza.
Cuando uno verdaderamente comienza su vida devocional, puede alcanzar el fruto perfecto del amor por Krishna, la Suprema Personalidad de Dios, y el amor por Krishna es la perfección suprema de la misericordia divina. Esta bendición espiritual es de tal valor que ninguna forma de felicidad material puede compararse con ella.
En realidad, no hay comparación entre el disfrute material y la sublime felicidad espiritual.
En realidad, cuando el Señor Krishna concede visión espiritual, también concede inteligencia y la capacidad de comprender y analizar.
Es Krishna quien gobierna el mundo, no el hombre. Por lo tanto, cuando el hombre desea satisfacer sus deseos, el Señor Krishna se lo permite, instruyéndole a respetar sus preceptos y mandamientos, o a afrontar las consecuencias, positivas o negativas, según el estado de perturbación en que se encuentre su mente. Sin embargo, entendamos que, si bien Krishna concede relativa independencia a las almas encarnadas, siempre las acompaña y aconseja constantemente dentro de cada ser vivo, en su forma de Alma Suprema.
Nada puede suceder sin la aprobación y sanción de Dios. Ni una brizna de hierba se mueve sin la aprobación del Señor Krishna. Esta afirmación explica los diversos eventos que ocurren en el mundo, siguiendo, por ejemplo, el karma colectivo de un pueblo. Esto resulta en guerras, pandemias, enfermedades, conflictos con la ley o desastres naturales.
Krishna envía regularmente a sus mensajeros personales, hijos u otros sirvientes íntimos al mundo, descendiendo a la Tierra, a otros lugares de la galaxia o a planetas de otras galaxias. Cuando la irreligión aumenta, el ateísmo se extiende cada vez más, las falsas creencias se propagan, y los falsos guías espirituales que ignoran a Dios y sus enseñanzas conducen a la humanidad al abismo. Descienden a un planeta y conceden su misericordia al discípulo merecedor, y a través del sirviente íntimo y el guía espiritual auténtico, Krishna también concede su misericordia al discípulo designado.
Por lo tanto, a veces, Krishna castiga repetidamente a los humanos para obligarlos a cambiar de actitud, a respetar su palabra y sus directrices, bajo pena de severas sanciones.