No tenemos memoria de nuestro pasado, porque el cuerpo material en el que reencarnamos nos sumerge en el olvido de todo, de nuestra verdadera identidad espiritual y de los datos relativos a la verdad existencial.

Significa lograr más que la liberación de las limitaciones personales, sociales o políticas.

Significa romper las cadenas que nos atan a nuestros cuerpos y al condicionamiento de la materia en este mundo material. Somos, en realidad, almas encarnadas en cuerpos de materia específica. Es el retorno del ser encarnado, una vez liberado de todas las concepciones materiales de la existencia, a su condición espiritual natural y original como sirviente eterno de Krishna, Dios, la Personalidad Suprema.

El verdadero propósito de la vida es alcanzar esta liberación, y la meta final es conocer a Dios tal como es, entrar en su reino eterno y permanecer con Él para siempre.

En realidad, la liberación es recuperar la forma espiritual original. Es el retorno del ser, una vez liberado de todas las concepciones materiales de la existencia, a su condición espiritual original. Es ver rotas las cadenas que nos atan a la materia y, así, encontrar la verdadera libertad.

Esta es la verdadera resurrección.

Las Cinco Formas de Liberación.

A los seres puros que se han rendido a Krishna, el Señor les concede una de estas cinco formas de liberación, según sus sentimientos hacia Él:

Unidad con el Señor. (*)

Una que les permite vivir en el mismo planeta que el Señor.

Una que les otorga las mismas características corporales que el Señor.

Una que les permite disfrutar de la misma opulencia que el Señor.

Una que les permite vivir en la compañía del Señor.

(*) En realidad, el ser santo, el devoto, además de rechazar los meros placeres sensuales, no acepta para sí ninguna de estas formas de liberación, y mucho menos la primera, que consiste en fundirse en la radiación del Señor, como desean los impersonalistas (aquellos que afirman que Dios es un Ser Impersonal sin forma, como los creyentes en la Tierra), los teóricos y los practicantes de la meditación. Para el devoto de Krishna, fusionarse con el Ser Supremo sería peor que el infierno, pues esta forma de liberación es diabólica.